#Mujeres #SigloXX #Uruguayos
Tan arduamente el mar, tan arduamente, el lento mar inmenso, tan largamente en sí, cansadamente… el hondo mar eterno.
Quiero morir. No quiero Oír ya más campanas. Campanas –qué metáfora– o cantos de sirena o cuentos de hadas
Cuándo ya noches mías ignoradas e intactas, sin roces. Cuándo aromas sin mezclas inviolados.
El sol el sol su lumbre su afectuoso cuidado su coraje su gracia su olor calien… su alto en la mitad del día
Pobre mi amor creíste que era así no supiste. Era más rico que eso
De todas partes vienen, sangre y coraje, para salvar su suelo los orientales; vienen de las cuchillas,
No te amaba no te amo bien sé que no que no que es la hora
Si muriera esta noche si pudiera morir si me muriera si este coito feroz interminable
Cuando compre un espejo para el ba… voy a verme la cara voy a verme pues qué otra manera hay decíme qué otra manera de saber quién soy…
Cuando una boca suave boca dormida… como muriendo entonces, a veces, cuando llega más allá de… y los párpados caen colmados de de… tan silenciosamente como consiente…
Tal vez no era pensar, la fórmula,… sino darse y tomar perdida, ingenu… tal vez pude elegir, o necesariame… tenía que pedir sentido a toda cos… Tal vez no fue vivir este estar si…
Es otra acaso es otra la que va recobrando su pelo su vestido su manera la que ahora retoma
Quiero morir. No quiero oír ya má… La noche se deshace, el silencio s… Si ahora un coro sombrío en un baj… si un órgano imposible descendiera… Quiero morir, y entonces me grita…
Decir no decir no atarme al mástil pero deseando que el viento lo voltee
Sin él aquí sin él. Su fuego susurrando.