(2002)
#EscritoresUruguayos Reducción 2002 De del infinito
En el aire estaba impreciso, tenue, el poema. Imprecisa también llegó la mariposa nocturna, ni hermosa ni agorera,
Mi homenaje al que plantó cada árbol sin pensar, para siempre. O acaso imaginando al desunido que un día lo convoca,
Una lluvia de un día puede no acab… puede en gotas, en hojas de amarilla tristeza irnos cambiando el cielo todo, el… en torva inundación la luz,
Si el poema de este atardecer fuese la piedra mineral que cae hacia un imán en un resguardo hondísimo; si fuese un fruto necesario
Primero te retraes, te agostas, pierdes alma en lo seco, en lo que no comprendes, intentas llegar al agua de la vida…
Todo aquí es palimpsesto, pasión del palimpsesto: a la deriva, borrar lo poco hecho, empezar de la nada,
Cada día es un rayo cegador hundido en tierra, cada instante una perdida gota. Noche a noche algo cambia por una insignia oscura,
Uno más uno, decimos. Y pensamos: una manzana más una manzana, un vaso más un vaso, siempre cosas iguales. Qué cambio cuando
En el bosque de Borges es oscuro lo claro, lo negro guarda el blanc… lo blanco que es lo múltiple y el… color solar, hasta el aciago negro que el alma infausta reconoce como
Érase un bosque de palabras, una emboscada lluvia de palabras, una vociferante o tácita convención de palabras, un musgo delicioso susurrante,
Como tras los mullidos ves tres ga… a su trisagio erótico ceñidos, saltar por los tejados, aguerridos como otros d ' Artagnan, Porthos… pasas a depender, no de insensatos
¿Se hieren y se funden? Acaban de dejar de ser la lluvia. Traviesas en recreo, gatitos de un reino transparente, corren libres por vidrios y barand…
Corta la vida o larga, todo lo que vivimos se reduce a un gris residuo en la memoria. De los antiguos viajes quedan las enigmáticas monedas
No cantes, Gran Oreja, y no llores tampoco. No mires hacia el lado del gran ár… ni vuelvas hacia atrás,
Sí, cantar es alegrarse, como el aire se alegra en la mañan… por cada cosa que a la vida vuelve… Cantar, dichosa entrega a vivísimos vientos,