Desdeñais la moral y el alma públi… Todos sabéis, amigos y poetas, Platón nos desterró de su Repúbli… Con guirnaldas de rosas y violetas… A la sombra de un arco se le viera
Los pobres tontos y Colombina Que le afligieron el corazón, Le ven trinando su mandolina En el Trianón. Pierrot, que tuvo la distinción
Tu cabellera tiene más años que mi… ¡Pero sus ondas negras aún no han… Y tu mirada es buena para quitar l… Y tu palabra es música que el cora… Tu mano fina y larga de Belkis, m…
Turbó tu risa de cristal sonoro Al mirlo que habló perlas al jardí… Y el Céfiro sahumaba de jazmín Alborotando tu cabello moro. Bajo la nervazón del sicomoro
Me creía orgulloso Y un corazón muy seco, Viviendo en mis dominios Como un hidalgo tétrico. Juzgaba que mi gusto
Un lucero puro en el firmamento Es como una lágrima en nuestros ca… Y en el panorama de mi pensamiento Revive el poema feliz de los niños… De los figurines copian la manera
Para que sepas, Clori, los dolore… Que tus ojos divinos me han causad… Dejo escrito en el álamo agobiado del valle de las fuentes y las flo… Ni en las églogas tienen los pasto…
Quizás la bondad única que recibí… Es la de ver muy claro mi propia p… El Ocaso de mi alma ni una mirada… Ni una mejilla fresca baña de pali… Desvanecióse el ansia de la sabidu…
El paisaje de selvas y peñones cruza un vuelo de cóndores nevados… que hacia los horizontes incendiad… se funde en tenebrosos nubarrones. Y el cerro colosal que en los pedr…
Se moría la tarde rosa de una primavera lejana, desmayándose temblorosa en los vidrios de mi ventada. Por mi alcoba cerrada al huerto
Bajando por las gradas de los And… Entre rocas de Cíclopes mineros, Recordaba el honor de los guerrero… Que llenaron la historia de hechos… Al desnudar los ínclitos aceros.
Llegó de lejano país El compañero, Que vimos partir del país Un mes de Enero. Conversa afectuoso y está
Canta el jilguero. Pasó la racha. Entre los mirtos resuena el hacha. La rosa mustia se inclina loca Sobre su fuente, cristal de roca. El fauno triste de alma rubia
Tu cabellera tiene más años que mi… Pero sus ondas negras aun no han h… Y tu mirada es buena para quitar l… Y tu palabra es música que al cora… Tu mano fina y larga de Belkis, m…
La tarde estival se inicia en la celeste sonata con sus oros y delicias de plata. Juega la flauta del ave