Fue el albor de un amor yo un jovenzuelo, casi un niño en el despertar de un idilio. Cuantas noches de meditación para decirle cuanto la amaba
Con sermones y plegarias, conquistando corazones, sentimientos, y emociones del narcótico cristal. Con pregonar acoplado
Sin el calor de aquella primavera donde adunan recuerdos sumergidos, de esa existencia, loca aventurera… con su eufórico mural conocido. Emigran esos futuros inciertos
Esta noche… me has robado el sueño… Raudales de agua en la oscuridad profunda, mí ser se estremece ante su presencia etérea.
Yo sueño que en tus sueños estoy yo. Si tú sueñas con mis sueños,
Radiante rayo de luz afloró en claro amanecer. Asisten las penumbras en un bello atardecer; y fue en el oscuro anochecer
Los infinitos sentimientos con un profundo desgarrar, se exaltan a los cuatro vientos y nadie los puede callar. Evocan el eco del destino
Cuando me enamoré de ti, el corazón me palpitó de prisa, llegaste como suave brisa y enardeciste mi amor delicado como una caricia.
Unido a mí hay un espacio, un espacio vacío que tú has dejado. Será como arca que anda a mi lado, la llenare con los sueños
Habitantes de la calle seres de mustia figura, de harapos su ropa, su vida… sin rostros ni huellas. Sin refulgencia en lo lóbrego,
Cómo aflige y como enfada cuando la pobreza abunda y no hay ninguna esperanza. Legados de penuria con ayunos compartidos
Las sombras de imágenes mutadas brotan de la tierra cenagosa, frenesí de figura azarosa encendiendo leños entre brasa. La fibra de ocultos sentimientos
center Que no nos importen las tormentas y sus ecos no malogren nuestros su… Caminemos juntos sin que nos detengan
Anhelo hallar la verdad de los escenarios sin razón, donde arrecia la crueldad repartir miseria es profesión. Ególatras de poder
Abro la puerta el corazón golpea más nadie entra Hugo Blair M.