Una confusa mañana, me he levantado cabizbajo
sintiéndome des realizado y como un viejo andrajo
y estoy aquí cambiando de piel al igual que un reptil
uno no podría llegar a entender que vivir así es difícil.
Como vaso de cantina, se vuelve uno frágil y el mundo hostil.
El ecdisis lástima mientras no se deje
es el costo del cambio, que provee embalaje.
Solo soy aquel reptil que cambiar quien es, intenta
mientras que suelta, de manera egoísta aquel traje que ya fungía de tormenta.