Imprudente, el ángel de la guarda entró sin llamar en el cuarto donde la joven monja silvando se desvestía. Insensato el viento cerró la puerta y el ángel, para no pecar, volteó su cara a la páred, en donde colgaba el espejo.
Me conformé con mirar tu cabello Que anclado en tu espalda Retaba el viento de este verano Triste de febrero. No sabes que te miro
Tus ojos ven más que los míos porque me veo en ellos. Tu mirada distraída en la mía ensancha mis arterias,
Arrancaré a escondidas una pluma a mi ángel de la guarda. Para eso me esconderé de los peligros de mi pieza a oscu… —cuando estoy detrás
A la hora que descansan los cocuyo… en la que los astros le creen más al frío y tiritones parpadean en su colchón negro,
Las risas de los niños no son creadas nada más por los ca… en las riberas de los charcos, por las marionetas de cartón, por los trompos, las muñecas, la g…
Sin alas es difícil escapar del am… por eso siempre nos alcanza. Entonces ¿para qué huirle? Es mejor esperarlo en la quietud d… y cuando crea que nos atrapó
Pueden quitarme la luz eléctrica, pero no el sol y las estrellas. Me pueden quitar el agua, pero no la sed,
Luces intermitentes en lo alto. Un frío tiritando traiciona la noche que ha tiempo se ahoga con sus lág… No hay perros callejeros
Una mujer podría empezar en esa lá… que derrama cascada abajo y que se suicida en las riberas de los lagos húmedos de sus labios entreabiertos,
En medio de la función la vida me tomó de los cabellos y me sacó de un sombrero. He llagado tras la huella de un pá… surqué constelaciones a la deriva
Mi condena por amarte es estar siempre a la espera de tu llamada y estar solo. Mi condena por amarte es cumplir la promesa a mis hijos
Esta mañana, desperté mojado de soñarte. Me llueves cuando duermo. Tormentoso cuerpo cargado de relám…
Entre otras rarezas me caen bien los silenciosos. Aquellos que pecan por hablar menos de la cuenta, los que no gritan,
ra ta ta tá escóndase vienen los políticos en campaña ra ta ta tá
no se le ve ya por mi lar. se fue con el haz del sol