A ver,
lléname de gracia,
traspasemos los huesos de las horas,
desconfía de los exhaustos motivos semi-humanos:
cuídate mucho,
el fuego se eleva como carne brillante,
el alma azul de este glacial interno,
tiene años de no ser iceberg.
A ver,
lléname de alegría
dime que todavía
hay algo tan humano
como tener sexo.