Acostumbrado a símbolos frágiles
me detengo a la ternura de este día.
Hay esporas flotando en el aire,
una incomodidad dentro mío
acerca de escribir felicidades, alegrías.
La luz pasa por el viento y no se mueve.
Sé que las ventanas de esta mañana
dividen al sol en sus cortinas;
como yo en mis palabras poco abiertas:
...casi una ventana que se abre
a que pase para alguien
la novedad que viene
después de la noche
después de cualquier noche,
la alegría.