De Fuera del Juego, 1968
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Mi hora vendrá, hará una seña en la escalera y subirá a mi cuarto donde arderá la estufa; si en Londres,
Hablar únicamente del nombre de un… o de la intervención sencilla de la tierra y del agua y del sol… pero mucho después de haber andado por la margen izquierda del río Al…
Cada vez que regreso de algún viaj… me advierten mis amigos que a mi l… Y no es porque declare con aire so… lo hermoso que es el mundo o gesticule como si anduviera
El sol ha cedido en la sombra el mar encrespa de repente sus ola… Menea los manglares donde flotan cientos de garzas largas como preocupaciones
Abro el periódico las puertas respiro y conmigo respira este jardín cerca del mar
Cuando los últimos disparos resonaban en el turbio canal, y a través de los vidrios deshecho… se empezaba a borrar el humo negro… miramos, anhelantes,
El hombre que devora los periódico… no está en un circo como los trape… candela. Si hace un poco de sol se le puede… parques nevados o entrando en el M…
A los censores Se pasaron la vida diseñando un pa… que recobrase—después de cada ejec… su inocencia perdida. Y apareció el patíbulo,
Lo primero: optimista. Lo segundo: atildado, comedido, ob… (Haber pasado todas las pruebas de… Y finalmente andar como lo hace cada miembro:
Dirán un día: él no tuvo visiones que puedan aña… No poseyó el talento de un profeta… No encontró esfinges que interroga… ni hechiceras que leyeran en la ma…
Conozco el manuscrito de Pasión de Urbino, sus muchas, y ahora compruebo que insuficientes, modificaciones, desde 1964. Lisandro Otero solía dármelo a leer después de cada revisión. A i...
Entre la realidad y el imposible se bambolea el único poema. Retenl… con las manos, o con las uñas, o c… (si es que puedes) o la respiració… Dótalo, con paciencia, de tu amor
¿A quién doy realidad cuando bajo de noche la escalera y veo al impasible caballero —con su ojo gris de estaño— esperando, acechando?
La primavera le da la razón. El viento lo inunda y puede descif… Los árboles pueden comprenderlo. La vida quiere dialogar con él. ¡Porque hoy este hombre ama!
Cada noche me libras de la corona turbia que amenaza las horas de mi felici… y llegas en puntillas lentamente y me arrancas los ojos de humanist…