Excelso monte do el romano estrago eterna mostrará vuestra memoria; soberbios edificios do la gloria aún resplandece de la gran Cartago… desierta playa, que apacible lago

Yo diría de vos tan altamente que el mundo viese en vos lo que y… si tal fuese el decir cual el dese… Mas si fuera del más hermoso cielo… acá en la mortal gente,

Si vos pensáis que por un ceño air… por abajar los ojos y enojaros, o por huir de mí, por alejaros, torcer el rostro con mirar turbado… saldréis del alma mía, o que el cu…

Cosa es cierta, señora, y muy sabi… aunque el secreto de ella está enc… que lanza de sí sangre un cuerpo m… si se pone a mirarlo el homicida. Así yo, aunque vivo, estoy sin vid…

¿Qué alteración es ésta, Amor, qu… ¿De dónde viene en mí tan gran mud… Si muero de temor, esta esperanza que tengo, ¿sobre qué funda su asi… Si no quiero mi mal ni lo consient…

Al tiempo que Leandro vio la estr… dulce farol del alma suya y muerte… que Hero puesto había por la suert… para él tan desdichada y para ella… el pecho puso al agua, que era vel…

Si el justo desear, padre Silvano… jamás pudo moverte entre pastores, si del rabioso mal de los amores el corazón salvaje has hecho human… ruega al numen celeste que la mano

Vuestro nombre, señora, que asigur… cuanto vuestra beldad hace dudoso, demás de aquel mirar dulce y piado… han sido la ocasión de mi tristura… Temía, y con razón, esta aventura,

Un nuevo sol vi yo en humano gesto que en la tierra nos muestra un pa… una boca vi yo que sólo un riso en perpetuo llorar me tiene puesto… de dos ojos salió un mirar honesto

Del dulce fuego que en el pecho me… no sé cómo decir que estoy quejoso… ni en medio del ardor fiero, rabio… sé de quién fíe, ni de quién me gu… Contra la ley de Amor soy tan cob…

Contento con el mal de Amor vivía… habiendo el alma en él hábito hech… su daño principal ni su provecho no me alteraba ya, ni lo sentía. Hora ha querido la desdicha mía

El triste recordar del bien pasado me representa el alma a mi despech… y el pensar que pasó me tiene hech… de esperar que será, desesperado. Ando de un no sé qué mal aquejado,

Para ver si sus ojos eran cuales la fama entre pastores extendía, en una fuente los miraba un día Dórida, y dice así, viéndolos tale… «Ojos, cuya beldad entre mortales

Sin poderse alegrar de cosa alguna… de invidia, de ira y rabia ardiend… mirando la ocasión de su despecho, en brazos de Endimión decía la Lu… «¡Ah, dichosa Amarílida!, fortuna

Ved si el Amor, señora, es cautel… ved qué desigualdad guarda en sus… que mi daño mayor nace de veros y de no os ver un mal más peligros… Mirándoos, siento el alma en un ra…