Como al salir del sol se muestra el cielo
más claro y más alegre y más gozoso,
y como en el venir de abril hermoso
de flores se matiza y lustra el suelo,
tal, movido por vos de honesto celo,
se muestra ufano el mundo, deseoso
de veros ya llegar al glorioso
término [a] que llegó el único abuelo.
Sólo en veros salir, sólo del nombre
de Gonzalo Hernández tiene espanto
cuanto ciñe Apenín, Adria y Tirreno.
¿Cuál será, pues, señor, que no se asombre
viéndoos volver con el honrado manto
de palmas, de trofeos, de glorias lleno?