Camina, caminante, sigue; camina y no te pares, sigue. Cuando pase por su casa

Con mi tres o con su cuatro, cante, Juan Bimba, yo lo acompaño. —Canto en Cuba y Venezuela, y una canción se me sale:

Grave, junto a la puerta del yanqu… vela un soldado el sueño de quien… ese cangrejo hervido, de pensamien… dueño de mi esperanza, del palo y… Allí, de piedra, inmóvil. Pero el…

Por el camino de la mar vino el pirata, mensajero del Espíritu Malo, con su cara de un solo mirar y con su monótona pata

¡Qué vida la que vivimos en estos años de muerte! ¡Qué vida la que morimos! El ojo del policía, abierto de noche y día.

Como si San Martín la mano pura a Martí familiar tendido hubiera, como si el Plata vegetal viniera con el cauto a juntar agua y ternu… así Guevara, el gaucho de voz dura…

Si yo pudiera viajar hacia la Luna, viajara, pero señor, para averiguar si tiene limpia la cara.

Cerca de ti, ¿por qué tan lejos ve… ¿Por qué noche decir, si es mediod… Si arde mi piel, ¿por qué la tuya… si digo vida yo, ¿por qué tú muert… Ay, ¿por qué este tenerte sin tene…

¿Qué sé yo de boxeo, yo, que confundo el jab con el upp… Y sin embargo, a veces sube desde mi infancia como una nube inmensa desde el fon…

Este es el hambre. Un animal todo colmillo y ojo. Nadie le engaña ni distrae. No se harta en una mesa. No se contenta

En los dientes, la mañana, y la noche en el pellejo. ¿Quién será, quién no será? —El negro. Con ser hembra y no ser bella,

Sobre la quemadura de la amapola aplícate jazmines, que eso la cura… si acaso fuese grave la quemadura usarás la camelia, pero una sola. Cuando el cielo en verano se torna…

Guardo de Paul Éluard una mirada pura, un rostro grave y aquella forma entre severa y sua… de hablar. Con el albor del día fuimos en su…

El negro junto al cañaveral. El yanqui sobre el cañaveral. La tierra

He aquí al senador McCarthy, muerto en su cama de muerte, flanqueado por cuatro monos; he aquí al senador McMono, muerto en su cama de Carthy,