Solo sabía que tú y yo en algún momento nos íbamos a volver a encontrar para escribir nuestra propia historia de amor. Y así fue pero no con nuestro final feliz.
Fui presa de tu encanto, desde el primer día que nos vimos. Y aunque te hayas ido lejos sueño y te puedo alcanzar. Ya no importa los años que estuve esperando este amor, solo quiero que me mires a los ojos, no tienes que hablar y deja que mis besos curen otros tiempos.
A pesar que la puerta de mi corazón lo tenía cerrado, el primer instante que vi tus ojos miel me entregue a tus brazos. Ahora que estamos juntos jamás te dejare.
No sé si esto será eterno, no sé si tu sientas lo mismo, pero de lo que si estoy segura es que haré todo lo posible que ya la llama encendida de nuestros corazones unidos nunca se apague.
Porque tú has sido lo mejor de mi camino, tu amor sencillo que me llena de felicidad, el único con quien podía compartir la paz de nuestros corazones y la tranquilidad de nuestras mentes.
La ímpetu de estos dos jovencitos pareciera que ni siquiera la tormenta sería capaz de separarlos. Y aunque los dos estaban dispuestos a mantener esa llama encendida tal vez fue eso quien acabo con los dos. Y quién diría que ese amor fue un arma de doble filo y termino matándolos.