Gotas De Mi Alma

Paz eterna

Y a la madrugada salió, rumbo a su destino.
Y al llegar se quitó aquellas balsas de sus pies.
Y la arena se enredó, entre sus dedos la sintió.
Y su mirada cambió al ver el cielo de abajo,
el reflejo del cielo superior,
cielo ondulado, cielo salado.
Y hasta allí caminó,
caminó despacio, caminó con espacio.
Y sus ventanas cerró,
al sentir el lengüetazo del mar,
lengüetazo suave, lengüetazo llave.
¡Llave! La llave que abrió la gran puerta.
¡La puerta! Hacia el cielo se abrió.
Y se esparció, se esparció.
Hacia los pájaros, hacia el aire, hacia toda la playa.
Y por fin suspiró y su aire cambió.
Y con sus manos tomó
el agua que a su rostro mojó.
Y en ese momento sintió,
sintió una frescura,
una frescura llena de vida,
llena de su vida.
Y entonces se despertó,
y de la orilla se alejó.
Y vio una estrella,
una sola estrella en el medio del cielo celeste.
Y se identificó con ella.
Y hacia su luz caminó,
caminó calmada, caminó iluminada.
Y entonces la arena se volvió a enredar entre los dedos,
entre todo el pie.
Y al llegar suspiró,
suspiró aliviada, suspiró delicada.
Y entonces se sentó,
invadida de aire,
tan liviana como una pluma.
Y la arena se enredó
en sus dedos de las manos.
Y su mirada se fijó en la caída de cada granito,
imaginando caer sentimientos, personas, llantos, dolores y errores,
imaginando caer sensaciones, amores, pasiones, sonrisas y recuerdos.
Vio cada recuerdo de su vida en un muro del cielo.
Y entonces se acostó,
mirando aquel muro,
con su piel impregnada de momentos.
Y la arena se enredó,
y en los dedos la sintió,
y en los otros dedos también.
Y a ella se aferró,
solamente a la arena.
Y entonces decidió que ya era el momento.
Y sus persianas cerró.
Y el proceso vivió otra vez,
desde el antes al ahora,
desde el primer llanto,
desde la primera sonrisa.
Y cada lágrima volvió,
volvió a vivir cada lágrima.
Y entonces sus persianas se volvieron a abrir.
Y por última vez al cielo observó.
Y la última sonrisa se le dibujó.
Cerró las ventanas, cerró las cortinas.
Y por fin vio la luz,
la luz blanca sintió.
Y bruscamente le atravesó,
todo el cuerpo cruzó.
Y el cielo ya no era cielo
Y la playa ya no era playa.
Y la vida y ya no era vida.
Y la estrella que había visto,
la que la había venido buscar,
ya no estaba sola.
Y otra la acompañó.
Y su brillo aumentó.
Y la playa desapareció.

(2013)

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