En su estancia, allá, en Sonora, cual chachalaca canora López siguió en el asedio, en el pleito sin remedio. Con los que le son contrarios

Del tiempo, eternas edades, del Dios de las Tempestades, de Mixcóatl, Dios de la Guerra, de la Cacería, certera. Dios del sur, sin luz solar,

El ambiente es triste lúgubre, hay “muerte”, las voces se acallan los lamentos llegan. Todos cabizbajos

Que surjan nuestros lamentos y, por qué no, algún quejido ante el “gobierno” fallido crecieron los linchamientos por supuesto todos cruentos;

Qué difícil es ser chairo y echar maromas a diario, “defender” lo indefendible llegando hasta a lo increíble. Contratarse como bot,

Nada le sale a morena su ineptitud es extrema, colocaron un gran tanque y se les cayó de arranque. Dos días estuvo instalado,

No en Siria ni en Afganistán los terroristas aquí están entre nosotros les digo a Dios pongo por testigo. Un coche bomba ha estallado

Vámonos con muchos tientos, año de mil novecientos quince, sin soslayo de algo, México, Estado de Hidalgo. Tulancingo vio nacer

Vámonos para la higuera su fronda ya nos espera, como comparsa de flores la adornarán tus candores. Que nos den sombra sus hojas

Por Dios, si la luna hablara y mis cuitas te contara de este ser no habría secreto, su lucero no es discreto. Porque ha visto la penumbra