(1581)
#Andaluces #Españoles #SigloXVI #SigloXVII #ManuscritoChacón #Romances #Romances#Letrillas (1628)
Oh piadosa pared, merecedora De que el tiempo os reserve de sus… Pues sois tela do justan mis engañ… Con el fiero desdén de mi señora, Cubra esas nobles faltas desde aho…
Las flores del romero, Niña Isabel, Hoy son flores azules, Mañana serán miel Celosa estás, la niña,
Corona de Ayamonte, honor del día… Estas piedras que dio un enfermo a… Hoy os tiro, mas no escondo la man… Por que no digan que es cordobesía… Que dar piedras a Vuestra Señoría
Hojas de inciertos chopos el nevad… Cabello, oirá el Genil tu dulce a… Sin invidiar al Dauro en poca are… Mucho oro de sus piedras mal limad… Y del leño vocal solicitado,
De mi sastre en el hurtar la mano es tan singular, que si cae la tela en ella cuando la empieza a doblar, ya puedo doblar por ella.
Tonante monseñor, ¿de cuándo acá Fulminas jovenetos? Yo no sé Cuánta pluma ensillaste para el qu… Sirviéndote la copa aún hoy está. El garzón frigio, a quien de bello…
Los montes que el pie se lavan En los cristales del Tajo, Cuando las frentes se miran En los zafiros del cielo, Tiranizados tenía
Mariposa, no sólo no cobarde, Mas temeraria, fatalmente ciega, Lo que la llama al Fénix aun le n… Quiere obstinada que a sus alas gu… Pues en su daño arrepentida tarde,
Si ya el griego orador la edad pre… O el de Arpinas dulcísimo abogado Merecieran gozar, más enseñado Éste quedara, aquél más elocuente, Del bien decir bebiendo en la alta…
Si ya la vista, de llorar cansada, De cosa puede prometer certeza, Bellísima es aquella fortaleza Y generosamente edificada. Palacio es de mi bella celebrada,
Hermosas damas, si la pasión ciega No os arma de desdén, no os arma d… ¿Quién con piedad al andaluz no mi… Y quien al andaluz su favor niega? En el terrero, ¿quién humilde rueg…
En esta que admiráis de piedras gr… labor no egipcia, aunque a la llam… ungüentos privilegian hoy süaves la muerta humanidad de Margarita, si de cuantos la pompa de las aves
Entre los sueltos caballos De los vencidos Cenetes, Que por el campo buscaban Entre la sangre lo verde, Aquel español de Orán
Ánsares de Menga al arroyo van: ellos visten nieve, él corre cristal. El arroyo espera
Dulce arroyuelo de la nieve fría Bajaba mudamente desatado, Y del silencio que guardaba helado En labios de claveles se reía. Con sus floridos márgenes partía