#Argentinos #SigloXX
Los más oscuros estremecimientos a… entre las extremidades de la noche los abandonos que crepitan cuanto vino a mí acompañado por los espejismos del deseo
Frescor de los vidrios al apoyar la frente en la ventana. Luces trasnochadas que al apagarse nos dejan todavía más solos. Telaraña que los alambres tejen sobre las azoteas. Trote hueco ...
Que los ruidos te perforen los die… como una lima de dentista, y la memoria se te llene de herrum… de olores descompuestos y de palab… Que te crezca, en cada uno de los…
Los árboles filtran un ruido de ci… Caminos que se enrojecen al abraza… La vida aquí es urbana y es simple… Sólo la complican: Uno de esos hombres con bigotes de…
Douarnenez, en un golpe de cubilete, empantana entre sus casas corrió dados, un pedazo de mar,
Sigo solo me sigo y en otro absorto otro beodo lodo… por neuroyertos rumbos horas opio… me persigo
Una corriente de brazos y de espal… nos encauza y nos hace desembocar bajo los abanicos, las pipas,
Con cresta o candor niño o envión varón habría que osar iza… o autoengendrar hundido en el prop… un nimio virgo vicio
Hay que ingerir distancia, lanudos nubarrones, secas parvas de siesta, arena sin historia, llanura,
Me parece que vivo, que estoy entre los ruidos, que miro las paredes, que estas manos son mías, pero quizás me engañe
El bermellón gritaba. Gritaba el verde nilo. El granate, el cobalto, el índigo gritaban. Del negro, al escarlata
Con frecuencia voy a visitar a un pariente que vive en los alrededores. Al pasar por alguna de las estaciones —¡no falla ni por casualidad!—el tren salta sobre el andén, arrasa los equi...
Todo, todo, en el aire, en el agua, en la tierra
Abandoné las carambolas por el calambur, los madrigales por los mamboretás, los entreveros por los entretelones, los invertidos por los invertebrados. Dejé la sociabilidad a causa de lo...
Solo, con mi esqueleto, mi sombra, mis arterias, como un sapo en su cueva,