#Argentinos #SigloXX
Con frecuencia voy a visitar a un pariente que vive en los alrededores. Al pasar por alguna de las estaciones —¡no falla ni por casualidad!—el tren salta sobre el andén, arrasa los equi...
Abandoné las carambolas por el calambur, los madrigales por los mamboretás, los entreveros por los entretelones, los invertidos por los invertebrados. Dejé la sociabilidad a causa de lo...
¿Resultará más práctico dotarse dé una epidermis de verruga que adquirir una psicología de colmillo cariado? Aunque ya han transcurrido muchos años, lo recuerdo perfectamente. Acababa ...
Que los ruidos te perforen los die… como una lima de dentista, y la memoria se te llene de herrum… de olores descompuestos y de palab… Que te crezca, en cada uno de los…
De vértices quemados de subsueño de cauces de preausenc… de complejos de niebla de gris san… de soterráneas ráfagas de ratas de… con su animal doliente cabellera d…
La lluvia, con frecuencia, penetra por mis poros, ablanda mis tendones, traspasa mis arterias,
La banda de música le chasquea el… para que siga dando vueltas cloroformado bajo los antifaces con su olor a pomo y a sudor y su voz falsa
No se me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija. Le doy una importancia igual a cero, al hecho de q...
Íbamos entre cardos, por la huella. La vaca me seguía. No quise detenerme, darme vuelta.
«Las mujeres cuestan demasiado trabajo o no valen la pena. ¡Puebla tu sueño con las que te gusten y serán tuyas mientras descansas! »No te limpies los dientes, por lo menos, con los se...
¿Nos olvidamos, a veces, de nuestra sombra o es que nuestra sombra nos abandona de vez en cuando? Hemos abierto las ventanas de siempre. Hemos encendido las mismas lámparas. Hemos subi...
Llorar a lágrima viva. Llorar a chorros. Llorar la digestión. Llorar el sueño. Llorar ante las puertas y los puer…
Me estrechaba entre sus brazos chatos y se adhería a mi cuerpo, con una violenta viscosidad de molusco. Una secreción pegajosa me iba envolviendo, poco a poco, hasta lograr inmovilizarm...
El no el no inóvulo el no nonato el noo el no poslodocosmos de impuros cer…
Hay días en que yo no soy más que una patada, únicamente una patada. ¿Pasa una motocicleta? ¡Gol!... en la ventana de un quinto piso. ¿Se detiene una calva?... Allá va por el aire hasta...