HABLAR CONTIGO
Llegó tu recuerdo, ¡la falta que me haces!, ahora entiendo.
A Dios pedirle quiero, unos minutos verte
en tu morada nueva, de rosas llena, como te gustaba.
Sonreiría, te abrazaría, como antes, como siempre.
Sentarme a tu lado quiero y tantas cosas decirte.
Tu nieta; corazón, mueca y mirada tuya tiene;
el mayor, es grande y fuerte como quisiste siempre;
el último, tres años tiene; corre, canta y todo pinta,
pero con un beso, el corazón robaríate seguramente.
Sentarme a tu lado quiero y tantas cosas decirte.
Nunca me he rendido, tu amor y coraje he seguido;
al pobre no he olvidado, mi plato he compartido.
A la gente he respetado, fiel y honesto he sido,
digno he vivido, de honor tu nombre he vestido.
Sentarme a tu lado quiero y tantas cosas decirte.
Si concediera, quizá en silencio tus ojitos viera
y en esa mirada tierna, juntar todas tus miradas quisiera;
las que vi al nacer, al curarme, al casarme, al crecer.
Padre nuestro, llévale en mis versos envuelto;
mil caricias, mil besos y un abrazo eterno.