Abandonado al legajo que compone mi legado,
me asomo al portal del alma donde se guardan las penas.
Alzo la mirada al cielo que tiene un azul ¡tan claro!...
Y me conformo con eso, se deshacen las cadenas.
Admiro el sol que calienta mi corazón en penumbra,
que me ilumina en la senda que una noche abandoné,
que me inspira y me acompaña en las veredas oscuras
por donde transita el verso que reconforta mi ser.
Desde el ancho mirador de aquesta edad tan tardía
se divisan los despojos de los tiempos de esplendor,
los momentos importantes de lo que fuera mi vida,
plena de amores, abrazos y de cerezos en flor.
Hoy, en esta tarde azul, me acompaña la memoria
de los momentos felices de que alguna vez gocé
en el calor de la lumbre, en las noches de la gloria
y en el cariño profundo que siempre recordaré.
Grace C Chacón León
4yQue hermosa reflexión... que te cubran muchos más atardeceres azules para recordar y para fabricar más recuerdos... Que bien que tengas recuerdos dichosos de tu vida!!!... Saludos...
Germán Talaván
4yBuenas tardes, Grace: Me alegra que te guste. Aunque por regla general, los duros momentos superen a los claros amaneceres.Un afectuoso saludo.
Grace C Chacón León
4y@GERMÁN: Si, es cierto, es así... es más el dolor que el placer... cuando algo sale mal lo que duele y lo que afecta parece que se nos queda más en el alma... mientras que cuando todo va bien solo nos centramos en ir a por más y a por más y a por más... De alguna forma somos insaciables... risas... Está en nuestra inteligencia emocional saber aceptar lo que ha sucedido y que nos ha hecho daño, aprender y seguir adelante, buscando buenos momentos y disfrutándolos... Vale decir que no siempre es fácil. Saludos y buenos deseos... que sigas disfrutando de momentos buenos...