Curbsidenigma

Águila de sangre

Por Gerardo Domínguez

En medio del bulla y gritos
He observado mi dulce destino
El Padre de Todo lo sabe,
Lo tengo bien merecido.
 
Dos ramas sujetan mis brazos
El suelo sostiene mis rodillas
Y ahora que te marchaste,
¿Quién sostendrá mi sonrisa?
 
Observo a mi alrededor
Hachas, cuchillos y espadas
Anhelo que cualquiera me mate,
¡Atraviesen ya mi espalda!
 
Mi sentencia está firmada
Mi muerte ya sucedió
Es imposible morir dos veces
Cuando la primera fue por amor.
 
Se desliza la hoja afilada
A lo largo de mi columna
Más sangre ya no corre
¿Por qué? Seguro preguntan.
 
Me he quedado vacío
El metal ya no rompe mis huesos
Me he quedado roto
Desde aquel día de sufrimiento.
 
El verdugo separa las costillas
¿Qué acaso no tiene piedad?
Yo soy mi propio verdugo
A quien ha consumido la ansiedad.
 
Espero, tras larga tortura
Algún día poder descansar
Mis pulmones sobre mis hombros
Lo han conseguido ya.
 
Qué dulce fin he tenido,
Cual águila de sangre
Alas abiertas, mirada profunda
En el Valhalla me espera mi padre.

Otras obras de Curbsidenigma...



Arriba