“Y respiro calma...
para adiestrar mis demonios.
Y suelto mis demonios...
para alterar la calma.
Y en ese delirio extremo de dejarme sentir...
Vuelven a mi tus garras
y la dulzura inquebrantable de tu mirada.
Que hiciste en mis adentros?
Estoy buscando una respuesta.
La clave, el modo...
De poder desterrarte de este cuerpo
y devolverte a tus propios cielos.
Escucha bien mi canto...
Tal vez... y ojalá.
Sin querer un día,
como un susurro al viento...
Mis fríos labios rojos...
te vuelvan a besar.”