A Jorge Guzmán Dinator
#1922 #Desolación #EscritoresChilenos #Vida
Estoy metida en la noche de estas raíces amargas, ciegas, iguales y en pie que como ciegas, son hermanas. Sueñan, sueñan, hacen el sueño
Alguna circunstancia me arranca siempre el libro que yo había dejado para las Calendas, por dejadez criolla. La primera vez el Maestro Onís y los profesores de español de Estados Unidos...
Todas íbamos a ser reinas, de cuatro reinos sobre el mar: Rosalía con Efigenia y Lucila con Soledad. En el valle de Elqui, ceñido
El mar sus millares de olas mece, divino. Oyendo a los mares amantes, mezo a mi niño. El viento errabundo en la noche
Pasa por nuestra Tierra la vieja Cabalgata, partiéndose la noche en una pulpa clara y cayendo los montes
Yo no he sido tu Pablo absoluto que creyó para nunca descreer, una brasa violenta tendida de la frente con rayo a los pies. Bien le quise el tremendo destino,
–“En esa cueva nos nació, y como nadie pensaría, nació desnuda y pequeñita como el pobre pichón de cría. ¡Tan entero que estaba el mundo!,
A esta alameda muriente he traído mi cansancio, y estoy ya no sé qué tiempo tendida bajo los álamos, que van cubriendo mi pecho
Donde estaba su casa sigue como si no hubiera ardido. Habla sólo la lengua de su alma con los que cruzan, ninguna. Cuando dice “pino de Alepo”
Y ella no está y por más que hay s… es la verdad que soy más pobre que… Aunque en Febrero esponjándose la… el sol es menos sol y menos luz la… Era la mansa, la silenciosa, la es…
Entre los gestos del mundo recibí el que me dan las puertas. En la luz yo las he visto o selladas o entreabiertas y volviendo sus espaldas
Ya me voy porque me llama un silbo que es de mi Dueño, llama con una inefable punzada de rayo recto: dulce-agudo es el llamado
Victoria, la costa a que me trajis… tiene dulces los pastos y salobre… el mar Atlántico como crin de potr… y los ganados como el mar Atlántic… Y tu casa. Victoria, tiene alhuce…
En tierras blancas de sed partidas de abrasamiento, los Cristos llamados cactus vigilan desde lo eterno. Soledades, soledades,
En donde Chile cansado por fin de rutas y espacio quiere morir como todos, gacela, coyote o ganso, él empecinado aún