#Chilenos #Mujeres #PremioNobel #SigloXX #1938 #Tala
Madrecita mía, madrecita tierna, déjame decirte dulzuras extremas. Es tuyo mi cuerpo
¡Boca temblorosa, boca de canción: boca, la de Teócrito y de Salomón! La mayor caricia
El enigma de la fealdad tú no lo has descifrado. Tú no sabes por qué el Señor dueño de los lirios del campo, consiente por los campos la culebra y el sapo en el pozo. Él los consiente. ...
Me toca en el relente; se sangra en los ocasos; me busca con el rayo de luna por los antros. Como a Tomás el Cristo,
Yo no he sido tu Pablo absoluto que creyó para nunca descreer, una brasa violenta tendida de la frente con rayo a los pies. Bien le quise el tremendo destino,
¿Y las pobres muchachas muertas, escamoteadas en abril, las que asomáronse y hundiéronse como en las olas el delfín? ¿Adónde fueron y se hallan,
Una vez un lirio de jardín (de jardín de rico) preguntaba a las demás flores por Cristo. Su dueño, pasando, lo había nombrado al alabar su flor recién abierta. —No le conozco. Tal vea s...
Tengo la dicha fiel y la dicha perdida: la una como rosa, la otra como espina. De lo que me robaron
Sol de los Incas, sol de los Maya… maduro sol americano, sol en que mayas y quichés reconocieron y adoraron, y en el que viejos aimaraes
Niño indio, si estás cansado, tú te acuestas sobre la Tierra, y lo mismo si estás alegre, hijo mío, juega con ella... Se oyen cosas maravillosas
¡Cristo, hijo de mujer, carne que aquí amamantaron, que se acuerda de una noche, y de un vagido, y de un llanto: recibe a la que dio leche
¡Pobre amigo!, yo nunca supe de tu semblante ni tu voz; sólo tus versos me contaron que en tu lírico corazón la paloma de los veinte años
Apegada a la seca fisura del nicho, déjame que te diga: —Amados pechos que me nutrieron con una leche más que otra viva; parados ojos que me miraron
Doce son de todo tiempo las madres-araucarias. Cada leñador que cruza quiere tumbar la parvada, y halla que de la primera
Yo tengo en esa hoguera de ladrill… yo tengo al hombre mío prisionero. Por corredores de filos amargos y en esta luz sesgada de murciélag… tanteando como el buzo por la grut…