LA HERMANA
#EscritoresAndaluces #EscritoresEspañoles #Modernismo Francisco Villaespesa
¿Conoce alguien el amor? ¡El amor es un sueño sin fin! Es como un lánguido sopor entre las flores de un jardín... ¿Conoce alguien el amor?
Aquí el sillón donde bordar solía, de las noches de invierno en la ve… La frente entre las manos apoyada, yo, a la luz de la lámpara, leía. Cansado, la lectura interrumpía,
—¿Eres tú el Justo que a los just… —clamó mi labio, y de dolor maldij… y ante la sorda voz de mi blasfemi… palideció la faz del Crucifijo. Cegó mis ojos un raudal de llanto.…
Si yo fuese un orfebre florentino, sobre el cristal de una esmeralda… con unción religiosa, cincelara la línea audaz de tu perfil latino… Y en el más puro oro, en el más fi…
La sabia mano a cuyo tacto ardient… vibra la carne como un instrumento… prolongó la agonía del momento en una languidez intermitente... ¡Oh, el cálido contacto de tu fren…
Sara es viciosa. Su pupila oscura de incitantes promesas es venero..… Bebe como un tudesco, y fuma y jur… con el canalla argot de un mariner… Su placer es violento. Besa, muer…
Eres como una ola de sombra que me envuelve, y espumeando de amargura pasa, y entre otras negras olas va a per… ¿Adónde vas?...
Hay rosas que se abren en selvas m… y mustias languidecen, nostálgicas… sin que haya quien aspire sus púdi… ¡Hay almas que agonizan lo mismo q… Las mariposas tienden sus alas tem…
El alba iluminó la vidriera, y a su luz angustiosa y azulada, yerto, sobre el blancor de la almo… Se destacaba su perfil de cera. Abrió los ojos, y la vida entera
Las lágrimas sonoras de una copla con el perfume de la noche entran por mi balcón, y todo cuanto duerm… en mi callado corazón despierta. «¡Amor, amor, amor! Sangre de cel…
El ritmo, el gran rebelde, me rind… y cuando quiero ríe, y cuando quie… y he domado a mi estilo como a un… a veces con el látigo y a veces co… Conozco los secretos del alma del…
¡Oh enfermas manos ducales, olorosas manos blancas!... ¡Qué pena me da miraros, inmóviles y enlazadas, entre los mustios jazmines
De la vida me lanzo en el combate sin que me selle filiación alguna, y atrás no he de volver, hasta que… a mi triunfante carro la Fortuna! Contra mis enemigos, terco y rudo,
Al saber la verdad de tu perjurio loco de celos, penetré en tu cuart… Dormías inocente como un ángel, con los rubios cabellos destrenzad… enlazadas las manos sobre el pecho
La virgen hilaba, la dueña dormía, la rueca giraba loca de alegría. ¡Cordero divino,