Nos hemos encontrado de nuevo, ha pasado ya un tiempo desde la ultima vez que conversamos. Déjame empezar con un ¿como estas? ¿Que tal te encuentras? ¿Como has estado? No tienes que fingir más, es tu zona segura, donde puedes darte el placer de estar sin la guardia puesta y sin estar alerta. Ya el mundo es tan tóxico, para que no te des un gusto espontáneo de relajarte antes de encaminarte a seguir enfrentando realidades triste y agónicas, que hacen perdurar la insensatez, apatía o el color gris. He visto de lejos lo que has luchado, como no te has rendido, y como continuamente buscas superar tu techo. Estoy orgulloso de lo que has logrado pero déjame preguntar algo más ¿por que no te permites sentir? ¿No te cansa siempre usar una máscara? ¿Cuando fuiste genuino por última vez? Si lo sé, por eso estoy aquí, para charlar de lo que no quieres hablar. Soy tu golpe de verdad que necesitas afrontar de vez en cuando para que no cargues con todo tu solo. Se, si lo sé, siempre estás para los demás y te preguntas cuando a ti te tocara. Lo sé, créeme lo sé, lo dificil que es para ti poder abrir y expresar lo que sientes. Que nudos tan estrechos existen en tu corazón, como la duda con tu mente juega, mientras caes de una depresión por no sentir la presión de mejoría, sino al contrario, perdido en un laberinto sin salida. He sido parte de ti en todo este trayecto y he visto como has brillado y como te has apagado. Alguna vez te has puesto a pensar que existe aunque sea una persona a la que alegras con tu presencia. Que tu ausencia desconcentra a los que te aprecian, y que la frialdad del corazón debería cambiar al llegar mayo como la primavera a las flores. Todo son como las estaciones, nada es perenne, solo los momentos, esos momentos vividos con intensidad, de lo que te hacen volverlos a repetir en tu mente. Viajemos un poco al pasado, recuerdas aquel niño que soñaba con vivir en el extranjero, te apuesto que el no hubiera sobrevivido a lo que tu si. O al joven que no sabía cocinar, ahora puedes ver una receta y recrearla y a tu gusto prepararla. Como has crecido mi muchacho, date un poco más de crédito de todo lo que has pasado. Hoy, eres lo que eres, bajo a la circunstancias que Dios puso en tu camino para que junto a el libraras el camino. No todo es color rosa ni todo es negro, no todo es felicidad ni tristeza, no todo son picos altos ni bajos. Todo es un conjunto de situaciones que te permiten fortalecer el alma, la mente y el cuerpo. No desesperes que pronto llegará el día de tu suerte, y te aseguro que antes de tu muerte todo se dará. Deja de desear apagar la llama, hay muchos que tu nombre llaman. El descanso eterno es un regalo para los que vivieron, y no estas viviendo por pensar en descansar con Morfeo viviendo en tus sueños donde crees tener control de la realidad cuando está ausente de todo lo que esté conjunto de experiencias se llama vida. Así que mi niño, mi joven, mi adulto vive, lo bueno y lo malo, lo que te da felicidad y te da tristeza, lo que te lleva al cielo y te baja a un infierno. Vive todo con intensidad, que hoy somos y mañana solo Dios sabrá.....