La plástica, los óleos en lienzos, la sonoridad abrasadora, las palabras endiosadas del génesis.
Siluetas femeninas, bajo el velo traslucido, se observa la forma, crepita erotismo hacia los ojos;
Encamina al goce de las uvas del racimo, del racimo evaporado, evanescente.
Pieles de cosmovisiones se frotan mutuamente; genitales poéticos se humedecen en el cálido paladar ajeno, penetran su razonar, causan orgasmos cerebrales y eyaculan emociones, sentimientos, vivencias; experiencias fascinantes.
Paisajes inertes vuelan dichosos, guacamayos del éxtasis, colores carnavalescos inundan la habitación del inconfundible perfume a vida.