oeoeoeoe
Que no te susurre la nieve, sus palmas que te acarician en este frío diciembre han congelado tu boca. Que no te susurre el tiempo
Me regalaste los brazos abiertos, un mundo de calor y paz, me enseñaste el vals de las horas… una manera de avanzar con los ojos… me enseñaste a observar,
Te recogí de la pradera un mechón y le brotó un pincel que retrató t… la facilidad, que en ti no es expe… es pura felicidad, es como un lago profundo hecho en…
Daré ese paso que cruce esta segun… con la ilusión de aquel niño con s… no pensaré en el instante, me enfo… será aquel salto que flote entre d… Será la vida que anduve desatendie…
Nadie ha hecho preguntas a la noch… de esas que las pestañas dibujan e… pregonas amor en silencio y callas… Te reconozco reprimiendo sonrisas… gastando bromas al fantasma delica…
En una playa cualquiera, indistinta del tiempo, dos miradas se cruzan, una lleva ataviada una brillante c… reflejando a un mortal embelesado…
A una velocidad distinta, donde... deletreo tus pestañas dibujando mariposas de la nada, donde
A lo mejor, este silencio es tu vo… derritiéndose de a pocos en mi, pareces solitaria, alma abierta, me inunda tu aura de zozobra carna… trasciende en el papel tu misterio…
Nosotros planeamos sobre el viento… donde suelen cantar los rayos, giramos con la tierra para que no… saboreamos con la vista, el atarde… invitamos al planeta a sonreír sin…
Te traigo un poema en los ojos, aún no te vayas sin mirarme, esta casa lleva tus suspiros, tu risa,
Cuando se sobresalta un corazón de poeta en la cima de su desnivel, cuando bañan los cielos la incestuosa balada
Marcharás con los rayos que percib… a cantar al oído de quien quiera e… saciarás de alegría la mas gélida… y amarás solamente a quien te quie… Sentirás la costumbre del milagro…
De pronto... es como si le escribieras al espej… las líneas tatuadas de la vida cual surcos de experiencia, tinta perfecta, dedos obedientes,
Ten mis palmas abiertas, mis cartas que en tus ojos se abrieron mientras, te volvías mar e inundaste mi intención
Mientras sueñas sin voz, mero espectador de cristal, mientras rancias inquietudes y frívolas conjeturas, formen la débil idea,