el aire fresco ventila mis estancias mis recovecos al tronco seco le han salido unos brotes
Te siento parte de mi tan cerca tan dentro de mi como hace tanto tiempo
El Juán, que nacíu entre estiérco… y cebá mal trillá, se moríu un tardíu d’abríl con la reja inda marcá nel llomu.
No me miró distinto. Fui yo el que empezó a leerla como si fuera poesía.
Esta suerte de olvido que hace que todo fluya deprisa que hace que sin quererlo todo se escape de mis manos
Adiós mi Capitán Hoy plegaré las velas como señal de duelo Las nubes han sellado el azul firmamento
Creí saber, y la certeza me amuralló los ojos. La verdad era un puño cerrado, una puerta que no sabía abrirse. El error me dio vértigo,
Ya no queda no más que resignarnos nuestra historia es historia sin historia
no me dijiste que soñarte implicaba no pensar más que en ti
Del soliloquio absurdo de esta ruina que soy saco tan solo cuatro conclusiones lo importante es amar
Aún es tiempo de soltarte sin que me tiemble el pulso, de decirte que te quiero con la fiereza de quien muerde el… con el hambre del que nunca pidió…
Hay un hueco en mi sombra, un tajo en la voz que me nombra cuando me llaman y yo no respondo, cuando sonrío con la boca, pero no con el alma.
Él Me haría bien olvidarla. Pero sería como perder algo que todavía no me pasó. Ella
No puedo reprochar tu dura indiferencia nuestro tiempo paso sin avisarnos nos fuimos una noche
Questa sorta di oblio che fa scorrere tutto velocemente, che fa sì che, senza volerlo, tutto scivoli dalle mie mani