#EscritoresAndaluces #EscritoresEspañoles #EscritoresGranadinos #Generación27 #PoemaDelCanteJondo
En la casa blanca, muere la perdición de los hombres. Cien jacas caracolean. Sus jinetes están muertos. Bajo las estremecidas
La luna gira en el cielo sobre las sierras sin agua mientras el verano siembra rumores de tigre y llama. Por encima de los techos
Quiero dormir el sueño de las manz… alejarme del tumulto de los cement… Quiero dormir el sueño de aquel ni… que quería cortarse el corazón en… No quiero que me repitan que los m…
Antonio Torres Heredia, hijo y nieto de Camborios, con una vara de mimbre va a Sevilla a ver los toros. Moreno de verde luna
Se tendió la vaca herida; árboles y arroyos trepaban por sus… Su hocico sangraba en el cielo. Su hocico de abejas bajo el bigote lento de la baba.
Yo quiero que el agua se quede sin… Yo quiero que el viento se quede s… Quiero que la noche se quede sin o… y mi corazón sin la flor del oro. Que los bueyes hablen con las gran…
La elipse de un grito, va de monte a monte. Desde los olivos será un arco iris negro
Las alegres fiebres huyeron a las… y el judío empujó la verja con el… de la lechuga. Los niños de Cristo dormían, y el agua era una paloma,
Ni tú ni yo estamos en disposición de encontrarnos. Tú... por lo que ya sabes. ¡Yo la he querido tanto!
Debajo de la hoja de la verbena tengo a mi amante malo. ¡Jesús, qué pena! Debajo de la hoja
Todas las tardes en Granada, todas las tardes se muere un niño. Todas las tardes el agua se sienta a conversar con sus amigos. Los muertos llevan alas de musgo.
Enrique, Emilio, Lorenzo. Estaban los tres helados: Enrique por el mundo de las camas;
El grito deja en el viento una sombra de ciprés. (Dejadme en este campo, llorando). Todo se ha roto en el mundo.
¡Mi soledad sin descanso! Ojos chicos de mi cuerpo y grandes de mi caballo, no se cierran por la noche ni miran al otro lado,