Dejó de castigarla, por fin cansad… de repetir el diario brutal ultraj… que habrá de contar luego, felicit… en la rueda insolente del compadra… Hoy, como ayer, la causa del amasi…

Al astrólogo ensueño, sus novias:… contáronle el secreto de unas cosa… que un ruiseñor lunático, que cant… puso en sus sinfonías esas extraña… Era un noble pronóstico, que, enig…

Ya lo sabemos. No nos digas nada. Lo sabemos: ahórrate la pena de contarnos sonriendo lo que sufr… desde que estás enferma. ¡Ah, te vas sin remedio,

El libro sin abrir y el vaso lleno… con esto, para mí, nada hay ausent… Podemos conversar tranquilamente: la excelencia del vino me hace bue… Hermano, ya lo ves, ni una exigenc…

El barrio le admira. Cultor del c… conquistó, a la larga, renombre de… se impuso en cien riñas entre el c… y de las prisiones salió consagrad… Conoce sus triunfos y ni aún le in…

La mesa estaba alegre como nunca. Bebíamos el té: mamá reía recordando, entre otros, no se qué antiguo chisme de famili… una de nuestras primas comentaba

Enfermizas plenitudes de emociones amatorias, modernismo de lo Raro, de embriagueces ilusorias, que disfrazan las crudezas de sus…

Con el más reposado y humilde cont… de contrición sincera, suave, disc… por no incurrir en burlas de ingen… sin risueños enojos ni actitudes t… de cómico rebelde, que, cenando en…

¿Tú, tampoco me has oído? Bueno, que no se repita otra vez ese silbido. ¡Eh, muchachos, no hagáis ruido: se fue a dormir abuelita!

Un poco paliducha y adelgazada, ¡Estuvo tan enferma recientemente! Caminando deprisa por la asoleada vereda, va la rubia convaleciente que, con rumbo a Palermo dobló hac…

¿No te da tristeza? Bueno, a mí no sé qué me da ¡Se van los viejos! Los pobres poquito a poco se van. Y se van tan despacito