He pensado mucho, y me he dado cuenta de muchas cosas, te he visto surcar en el mar a un lado de mi barco, te veías preciosa, no sé cómo alguien engendró tanta belleza, no me lo explicó. Te he estado buscando por mucho tiempo, sin darme cuenta, pero cuando te encontré... Bueno, toda mi tripulación supo que habías captado mi atención, y quisimos subirte a bordo, pero si lo hacíamos moririas, y es que a veces eras sirena, otras tantas tiburón, ballena asesina, delfín, depende de tu estado de ánimo, pero siempre te veías hermosa, y aunque todos decían que no eras la misma criatura, yo siempre sentí que ahí estabas tú, y en efecto eras tú.
Un día mi tripulación y yo surcabamos el océano Pacífico, y una gran tormenta, nos dejó a la mayoría en naufragio, algunos juntos y otros solos, yo perteneciente al segundo grupo, estuve 2 días en el mar, nadando hacia cierta dirección, esperando encontrar algo, a veces me paraba a solo nadar en el lugar que me encontraba, pero casi siempre nadaba hacia aquella dirección que no me llevaba a ningún lado, y cuando no podía más, una gran ola llego, y me trago sumergiendome en el cruel mar.
No recuerdo mucho de ese momento, pero recuerdo cuando desperté, tenía los ojos ardiendo, y me tenías cargando en tu lomo, en estado de delfín, y sabía que eras tú, me acercaste a la isla galapagos, lugar donde vives y me mostraste tus otras formas de ser, tus formas acuáticas, terrestres y aéreas y desde entonces sigo perdido en la isla, pero más perdido por ti.