Arribó con pensamiento intricados
como contando granitos de arena
que se disuelven al sonar la voz
esa voz que me despierta
siempre que la veo
retorno con deseo
arribo con superstición de descanso
pero sin sentir el remanso
una tanda de fósiles y a la vez cuerpos emanantes de vida
invitando a llenar su reloj de arena
pena ajena mezcla de miradas certeras
incomodan con el más mínimo dilema
encontrado en lo profundo
perdido en lo pando
al lado mío una ardilla
inherente pesadilla
acceso de bienestar como dicen ellos
no es más que una soga al cuello
al sol de la luna
cueva de las noches diurnas
ni con la luz del sol veo
solo tu reflejo
atrayéndome hacia el bamboleo
apaciguando mis anhelos
cayendo en lo metódico
melodía desconcertante
fluye de las cascadas de un resentimiento
que no se apaga, ni con el viento
mirando su reloj calmando su desazón
reloj reflejante de camino sin clavos
contraste de su observador esclavo,
de la laguna en que se refleje
curiosa ardilla observa
benevolencia innata
practicando natación
en su propio ahogamiento
acercándose con paso lento
como hormiga en pavimento
sin lamentos curados
detonantes de su revuelo
bamboleo, bamboleo
titubeo, titubeo
alejando lo más placentero
como aguja en su ruedo
muero sobre el escarmiento
elixir del no puedo
alejando el bamboleo
sin tacto ni tanteo
flor que separa su tallo
deja perdida una parte de su vida
saliendo busca otra cama
para recostar sus ansias
furor detonado
rechazado con ínfulas
repitiendo en un sin fin
la muerte de la ardilla
cayo en vicioso circulo
creyó ver una des viciada línea
solo es parábola de plano tétrico
extendiéndose sin encontrar mérito