#Chilenos (1969) La de esferas las musiquilla pobres
Finito todo y también estos brazos que se me tienden en la semipenumb… y un hilo —el de la voz—soplo que… pero incisivamente de una fuente:… El bello aparecer de este lucero
No toco la trompeta ni subo a la t… De la revolución prefiero la neces… aunque sea por las razones más déb… hasta diletando; y soy, como se ve… que ya en loss años treinta y pico…
No me voy de esta ciudad con la resignación de los visitantes en tránsito cosas que no tuvieron, por definición, un futuro pero que, ciertamente, llegaron a envejecer, pues las dejo a ...
Un tal Quevedo usaba del soneto para platonizar su mal de amores sonsoneteando de uno y mil colores a la llamada Lésida; respeto toda mala costumbre, era un tercet…
Dirán que se ha dormido para siemp… que un ala color fuego y otra colo… el ángel de su voz baja por ella lleno de un Cristo único: impacien… que esperezándose de su vida profu…
Barro, rencor inagotable. Toda ot… a la presión de esta materia origi… Los días del agua están contados,… que sustituye al agua cuando ciega… No así los días del barro que nos…
En esta aldea blanca de oscuros pe… el amor vive a dos pasos del odio y la ternura, muerta, se refugia e… que agranda la mirada del loco del… Amanecer: el mar se duerme bajo el…
Ni aun la muerte pudo igualar a es… que dan su nombre en lápidas disti… o lo gritan al viento del sol que… otro poco de polvo para una nueva… Reina aquí, junto al mar que igual…
La claridad del día ya no es más que el parpadeo de un ciego que se… que el encuentro de la memoria y e… Nos orientamos hacia una falsa cla… y el sol de este verano es una cos…
No se renueva el personal de esta… el elenco de la prostitución gasta… bajo una luz polvorienta que se le… Una doble hilera de caries, dentad… Es la escenografía de esta Danza…
De todas las desesperaciones, la d… ella y el miedo a morir, cruz y ra… cuando ya se puede pronosticar el… Hay una fea probabilidad de que el… normalmente inseparables como la u…
Puede que sea cosa de ir tocando la musiquilla de las pobres esfera… Me cae mal esa Alquimia del Verbo… poesía, volvamos a la tierra. Aquí en París se vive de silencio
Eres la primera que te me paseas p… en mucho tiempo a la redonda: «Víveme, víveme, yo soy inagotable… con tu absurda existencia al desnu… «has visto tú qué linda soy dímelo…
La desaparición de este lucero lo puso ferozmente en evidencia no era Venus, la estrella vesperti… no era Venus, la estrella matutina Era una lucecilla intermitente
Todo lo podría condenar igualmente… En nombre de Isaías, el profeta,… que nunca llegó a cumplir su peque… del bien y del mal, a las variable… que lo hundieron en la incertidumb…