#Chilenos (1969) La de esferas las musiquilla pobres
Todo lo podría condenar igualmente… En nombre de Isaías, el profeta,… que nunca llegó a cumplir su peque… del bien y del mal, a las variable… que lo hundieron en la incertidumb…
No toco la trompeta ni subo a la t… De la revolución prefiero la neces… aunque sea por las razones más déb… hasta diletando; y soy, como se ve… que ya en loss años treinta y pico…
Finito todo y también estos brazos que se me tienden en la semipenumb… y un hilo —el de la voz—soplo que… pero incisivamente de una fuente:… El bello aparecer de este lucero
De todas las desesperaciones, la d… ella y el miedo a morir, cruz y ra… cuando ya se puede pronosticar el… Hay una fea probabilidad de que el… normalmente inseparables como la u…
Barro, rencor inagotable. Toda ot… a la presión de esta materia origi… Los días del agua están contados,… que sustituye al agua cuando ciega… No así los días del barro que nos…
No hubo dolor en el momento justo de oír sobre tu muerte. Fue como s… una broma sangrienta. Y la inocencia que, a esas horas,… en la paja seca del día. No hubo d…
No me voy de esta ciudad con la resignación de los visitantes en tránsito cosas que no tuvieron, por definición, un futuro pero que, ciertamente, llegaron a envejecer, pues las dejo a ...
Nuestro entusiasmo alentaba a esto… entre la multitud de la igualdad d… Nuestra debilidad cifraba en ellos nuestra última esperanza. Pensábamos y el tiempo que no tend…
La infancia: el tema de unos juego… relativamente feroces, pero en fin… alrededor de una glorieta vacía.
La desaparición de este lucero lo puso ferozmente en evidencia no era Venus, la estrella vesperti… no era Venus, la estrella matutina Era una lucecilla intermitente
Soy sensible a este abismo, me ent… de otra manera la lectura de Kafka… pruebo, con frialdad, el gusto de… Que nos hace falta algo junto a lo cual no somos nada
Ni aun la muerte pudo igualar a es… que dan su nombre en lápidas disti… o lo gritan al viento del sol que… otro poco de polvo para una nueva… Reina aquí, junto al mar que igual…
Dirán que se ha dormido para siemp… que un ala color fuego y otra colo… el ángel de su voz baja por ella lleno de un Cristo único: impacien… que esperezándose de su vida profu…
Soy un poco poeta del chambergo fl… de los quevedos flotantes, de la m… un viejo actor de provincia bajo u… entre los truenos y relámpagos que… Si mal no recuerdo, monólogo, me e…
No me resolví nunca a abandonar la… Del otro lado del cerco se me hici… La trepidación de un viejo automóv… y se abstuvieron ya de razonar y d… hundiéndose en el polvo victorioso…