Enrique Gómez Correa

XLI Mandrágora, arte poético

En un principio fue el incesto
El poder generador del incesto
El único capaz de violentar los territorios de la soledad
De dar guerra a muerte al hastío
Y la estrella única del cielo se durmió a sus anchas embriagada por el éter
Respiraba tinieblas comía tinieblas
Y luego sonrió y de su sonrisa salió el sonido
Hablándole a las tinieblas de sus penurias
Y como carecía de espejo se miró a su corazón con tal fuerza que se partió en dos mitades
El tú y el yo se miraron frente a frente
Y desde entonces se supo que todo amor conduce a la negación del espacio
A la lágrima más deliciosa del universo.
 
Pero entonces
En qué constelación estaba yo?
En qué estrella estabas tú errante desconocida
Para que hoy yo busque esa estrella
Y rompa mis cinco sentidos en el enigma?
Alguien me dice es “ésta” o “aquélla”
Pero yo en la duda insulto a mi corazón
Y prefiero buscarla en el sueño.

(1948)

#Chilenos De En día pleno

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