(1935)
#Chilenos 1935-1940 De Las de hijas la memoria
II Cualquiera que sean las formas de… El sol absorbe siempre los cristal… En su mundo interno fermentan las… Atravesar ese tejido de algas resp…
Recibimos la naturaleza como el me… Vemos los animales—las plantas el… La lluvia que nos precipita al has… Que nos hace perder la paciencia La nieve que se desliza sobre la…
Y el hombre encima de la mujer rep… Olvida el abismo la caída en el ab… El misterio de una noche asediada… El cautiverio del pensamiento puri… Es la hora en que los alimentos se…
La abeja los castillos los ciegos Los ciegos que descienden con una… Yo he pasado esperando toda la vid… Este enigmático horizonte En cuyas riberas se han perdido to…
Una mosca de manicomio Insiste en atravesarlo el rostro Le habla con la lentitud Del que muere en cada una de sus p… Y al abrirle los labios
Es por esta luz y sólo por esta lu… Que ella inclina la cabeza A menos que el fuego haya devorado… Su lengua y sus ojos Simplifican el aire.
El más negro vuelve la cabeza Los racimos hunden sus preciosos d… La amenaza los peligros del cielo Bajar la cabeza como se bajan las… Su prisión negra
Así es la clorofila que baña la pa… Que hace de él una planta carnívor… Un monstruo en la soledad Un ángel entre la más pura de las… La esperanza se ha despedido para…
El sol cae sobre mí como experto… Tiene la osadía de atravesar solo… Me aferra de los brazos me amordaz… Desvía la mirada de mis ojos. Yo en tanto recuerdo al lobo que a…
Los delirios me han despertado los… Y he visto a una mujer lujosamente… Que se defendía Del hombre con una pluma de gavilá… Los escasos muros caían
Caído el hombre por su herida en e… Giraba el precioso dedo En tan dulces movimientos Que la mujer iba desnudando Sus senos luminosos
Es el río que va de su sombra a la… No sin tocarse los párpados cuida… La mujer cultivada en la avería Recluida en la bóveda la estrella… Ahora mismo tú te quedas sonriente
Ser ángel a toda costa Precioso vampiro arrancarse el pel… Boca helada que siente el cielo pe… Su repentina soledad En el sillón de los acusados
Debemos reconciliarnos un poco con… Aquello que estalla furibundo al t… Aquello que prende una luz en la s… Mientras ella pasa su mano Por el dorso del agua
Mover un cisne con una espada de h… Caminar sobre una flor Para cambiar el clima de los cielo… Ella ha pasado con un ramillete de… Una para el horizonte agonizante