Emmanuel Urrieta Jimenez

Memoria 3

Te pienso y veo que has sido en mi ordinaria vida paria una buena biblioteca.
Porque cuando te llevo de la mano por aquel caminito de piedra, quisiera tanto que el paseo se acabara en la cima de cualquiera de las montañas que a lo lejos miramos.
Me miras como a un niño y se me olvida todo, es entonces cuando de poquito en poquito nos acercamos.
El beso nuestro es curvo y constante, para que a fuego lento la hoguera se teja entre ráfagas y hélices que no dejan de bailar sino hasta separar los labios.
Entonces hay un sigiloso instante, en que los ojos buscan una consagración mutua.
Siempre andaré buscándote en el hoy de estos lugares, de esta hora.
(Te invito a comer uvas el próximo jueves o a tomar café, si llueve, y a estar juntos siempre, siempre, hasta la noche.)

Preferido o celebrado por...
Otras obras de Emmanuel Urrieta Jimenez...



Arriba