#Españoles
Pronto, pronto, muy pronto ya, la interior estrella de mi inverso… vencerá felizmente el imán que hoy… ¡Qué amanecer más dulce sobre el o… ¡Qué navegar sin sienes en la piel…
No es lo que está roto, no, el agua que el vaso tiene: lo que está roto es el vaso y, el agua, al suelo se vierte. No es lo que está roto, no,
¡Pronto, de prisa, mi reino, que seme escapa, que huye, que se me va por las fuentes! ¡Qué luces, qué cuchilladas sobre sus torres enciende!
Cerré mi puerta al mundo; se me perdió la carne por el sueño… Me quedé, interno, mágico, invisib… desnudo como un ciego. Lleno hasta el mismo borde de los…
Me asomé, lejos, a un abismo... (Sobre el espejo que perdí he naci… Clavé mis manos en mis ojos... (Manando estoy en mí desde mi rost… Tiré mi cuerpo, hueco, al aire...
Abrí la caja de los peces y se cuajó el cielo de luceros verdes... ¡Dadme ni doble aparejo, con su compás de caña
Ahora sí que ya os miro cielo, tierra, sol, piedra, como si viera mi propia carne. Ya sólo me faltabais en ella para verme completo,
Igual que este viento, quiero figura de mi calor ser y, despacio, entrar donde descanse tu cuerpo del verano; irme acercando
Tan blanca, sin figura, ya tu mano levanta la esquina de mi sueño... ¿Por dónde va tu carne? ¡Qué huida!:
Todos vienen a darme consejo. Yo estoy dormido junto a un pozo. Todos se acercan y me dicen: —La vida se te va, y tú te tiendes en la yerba,
Te llamé. Me llamaste. Brotamos como ríos. Alzáronse en el cielo los nombres confundidos. Te llamé. Me llamaste.
Ven, méteme mano por la honda vena oscura de mi car… Dentro, se cuajará tu brazo con mi sombra; se hará piedra de noche,
¡Qué bien te siento bajar! ¡Qué despacio vas entrando, caliente, viva, en mi cuerpo, desde ti misma manando igual que una fuente, ardiendo!
Duerme la calma en el puerto bajo su colcha de laca, mientras la luna en el cielo clava sus anclas doradas. ¡Corazón,
Tan chico el almoraduj y... ¡cómo huele! Tan chico. De noche, bajo el lucero, tan chico el almoraduj