Emil Sebastian Cerda Demorizi, conocido popularmente como «Emil Cerda» (Ensanche la fe, 6 de febrero de 2001, Santo Domingo, República Dominicana), es un escritor polifacético, psicólogo clínico, sexólogo clínico, terapeuta de parejas, docente, filántropo, empresario e inventor, considerado "La promesa de la literatura dominicana del Siglo XXI"; y, por ser el creador de La Marca (género literario), Velocidad Marcaésica (forma de corregir la prosa), fraseo (forma de escribir fusionando verso, prosa y rima) y de palabras, tales como: pradondor, unmuni, buccadero, carbiño, hosmne, frádaga, japado, clateda y primógrafo. Su meta es ser el primer dominicano en ganar el Premio Nobel de Literatura.

Ganador del Premio Joven Destacado 2019; asimismo, tuvo una Mención Especial en el Premio Nacional Teatro para la escuela MINERD 2019. En el Poxeo 2022, obtuvo el 4to lugar. En el 2023, se le vio en los Glamour Music Awards.

Es familia del famoso escritor dominicano: Emilio Rodríguez Demorizi (el único escritor dominicano con más obras escritas en la República Dominicana); del genio matemático dominicano: Francisco Antonio Cerda Santos; y del autodidacta y erudito: Eliseo Óscar Demorizi Luna.

Sus obras siempre han sido "alternativas", y con un lenguaje sumamente abstracto. Emil es culterano-barroco y surrealista. Ha escrito prosas, cuentos, prosas poéticas, novelettes y poesías.

Inicios

Inició su carrera como escritor desde lo doce años, y escribió sus novelas cortas: Más allá de lo espiritual VOL.1 y VOL. 2. Nunca llegó a pensar que ser escritor iba a ser uno de sus talentos; poco después, estando en clases de Circuitos Lógicos, entró inspiración en él (cosa que él mismo no sabe expresar con certeza) y empezó a escribir su primera marca: La Verdad llama, pero no obliga. Después de ahí comprendió que ser escritor era de uno de sus dones.

Una de sus obras con más impacto, son: Acronoslogía Hermética, Lujuria y Letras Zainas.

Estilos

Es el único escritor en todo el mundo en aplicar un único estilo al escribir sus prosas y marcas, añadiéndoles comillas inglesas siguientes; también en intensificar el contexto hablado, de lo normal a lo complejo. Sus escritos son difícil de entender, cosa que lo ha llevado a muchas malas críticas.

Emil aplica obsesivamente la alegoría, metáfora, la paranomasia entre otros recursos literarios. Emil dice que es mucho mejor en la Marca y en la Prosa, que en la Poesía misma; cosa que sus lectores niegan rotundamente.

Es, según los medios de comunicación: la promesa de la literatura del siglo XXI.