Hola querida mía,
ya no te rindas
por mis andanzas,
que te hacen dudar
si eres realmente mía.
Ya no derrames lágrimas,
sé felíz teniendo mis páginas;
tú tienes el poder
de mi ser, para hacer
de esta situación;
un maravilloso lugar.
A causa de mi corazón
he llegado a lastimarte
pero prometo por siempre, quererte.
Te pido perdón
desde lo más profundo de mi corazón.
Como prueba de mi pensamiento;
que ya en mí no existe maldad
tú tienes mi verdad.