Elvio Romero

Nuestro país

Nuestro país (el mío,
El que puedo ofrecerte), aquella
Dulce tierra violenta, con la frente
Segada y abolida por un aire quemado,
Donde ochocientos ríos le dan curso a sus ojos
Y cordilleras verdes le apoyan la andadura,
Desgajo de protesta vegetal y verano,
Mi país que se instruye sobre un nivel
De lluvias,
Oh mi país hermoso,
Despiadado y profundo,
Fiel a sí mismo, puro, solitario, implacable,
Nos reserva un asiento
De hierbas y azahares, desenvuelve
—Mi amor—sus recelosos,
Sus imperiosos meses, su silencio,
Por esto, por nosotros,
Por asir esa Luna de carbón desdichado
Que se nos sube a veces por la noche a los ojos.

Preferido o celebrado por...
Otras obras de Elvio Romero...



Arriba