Cuando ya no estés
¿qué será de mí?
Mis ojos no podrán ver,
la obscuridad inundará el mundo;
Mis pies se arrastrarán,
no tendrán intención de avanzar.
Mi corazón se niega a aceptarlo
¡que alguien lo ayude!
Al escribir me entristezco
quizá estoy anticipando a mi corazón.
Qué irrisorio este latido,
vive en lo que no ha sucedido.
La noción del miedo me hace demostrar
que lo más sincero es el amar.
Respira, estás aquí,
y esa templanza ha vuelto hacia ti.
La preocupación del pensar
se desvanece al actuar.