Ante mí se abre la ventana,
Enmarcando un horizonte infinito.
El mar se extiende, vasto y sereno,
Reflejando la inmensidad del cielo.
Más allá de la rítmica superficie,
Se vislumbra la profundidad ignota.
Un abismo de misterio y silencio,
Que desafía la mirada ansiosa.
¿Qué secretos guardan sus serenas aguas?
¿Qué historias se esconden en sus entrañas?
Quizá allí, donde la luz se quiebra,
Aguarden respuestas a las preguntas del alma.
Contemplo, cautivada, este panorama,
Que evoca la inmensidad de lo desconocido.
Océano de posibilidades y de sueños,
Que se extiende más allá de lo concebido.
Pues en esta ventana que se abre al infinito,
Vislumbro la vastedad de lo que puede ser.
Más allá de los límites de mi existencia,
Se vislumbra un horizonte por descubrir.
Así, ante esta ventana que se abre al misterio,
Siento que mi espíritu se ensancha y se eleva.
Pues en este lienzo de mar y de cielo,
Hallo la promesa de una realidad nueva.