Ve por la segunda milla.
Cuando el deber llama, y la meta está a la vista,
Algunos se conforman, con solo hacer lo justo.
Pero aquellos que brillan, con un fuego interno,
Van más allá del deber, corriendo una milla extra.
No se trata de obligación, ni de buscar reconocimiento,
Sino de una pasión, un deseo de superación.
De dar lo mejor de sí, en cada tarea y momento,
Y dejar una huella, de excelencia y dedicación.
La segunda milla, no siempre es fácil de recorrer,
Requiere esfuerzo, perseverancia y valor.
Pero al final del camino, la satisfacción es mayor,
Sabiendo que diste todo, y un poco más, con amor.
Porque en esa milla extra, es donde se forja el carácter,
Donde se superan límites, y se alcanza la grandeza.
Es donde los sueños se hacen realidad, con determinación,
Y donde la vida se vive, con intensidad y plenitud.
Así que cuando tengas la oportunidad, no lo dudes ni un segundo,
Corre esa segunda milla, con entusiasmo profundo.
Pues en ese esfuerzo adicional, encontrarás la llave,
Para abrir las puertas, de un destino brillante.
En la segunda milla, está la diferencia,
Entre lo ordinario, y la verdadera excelencia.
Así que ponte en marcha, con pasión y energía,
Y descubre el poder, de ir siempre una milla extra en la vida.
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Decision
