Tu piel es mi piel, tejido en mil abrazos,
un lienzo de tiempo bordado en la pasión,
susurros que laten en nuestros dulces lazos,
la luz que despierta mi ardiente devoción.
Es mapa y refugio, promesa infinita,
la calma que envuelve la furia de un mar,
se torna en un templo que nunca se marchita,
mi fe en sus contornos no puede naufragar.
Es fuego y aurora, fragancia de vida,
la seda más suave que el alma encontró,
mi tacto la busca, mi ser la convida,
su roce es la llave que el cielo me dio.
Tu piel y mi piel, dos mundos que han sido,
la piel de lo eterno que habita el sentido.