Tu piel cual pétalos, tan suave y florida,
Tus ojos, un cielo, vasta y esplendorosa,
Tu voz, una armonía, trino que convida,
Que alza mi espíritu, nueva fuerza gozosa.
Tu risa me embelesa, melodía sonora,
Tus labios, una fruta que el amor prodiga,
Tu abrazo, un refugio, mi alma lo implora,
En tu ser, mi existencia se vivifica.
Tu aroma, esencia pura, un edén florecido,
Tus palabras, un bálsamo que sana mi herida,
Tu mirar, un faro que ilumina mi nido,
Donde encuentro la dicha tan perseguida.
En tu lado, el mundo cobra otra dimensión,
Mi mundo cobra sentido, plena efusión.