Tu emblemática Voz
Tu voz, como un arroyo cristalino,
fluye en cascadas de melodía pura,
embriagando los sentidos con su sino
de suaves notas que el alma asegura.
Tu voz, cual canto de ruiseñor divino,
resuena en el silencio con ternura,
despertando en mi pecho el eco interno
de un himno de belleza y de dulzura.
Tu voz, como el susurro de las brisas,
acaricia mi ser con su delicia,
envolviendo mi alma en suaves visos
de una exquisita y sublime caricia.
Tu voz, cual sinfonía celestial,
cautiva mi atención con su embeleso,
transportándome a un mundo ideal
donde sólo existen tu voz y tu beso.
Tu voz, oh dueña de mi corazón,
es la música que mi espíritu ansia,
es la divina y dulce inspiración
que transforma mi vida en poesía.
Que tu voz siga resonando así,
como el arrullo de una sirena,
pues su magia me ha cautivado a mí
y mi alma por siempre la condena.
