Troiletos y Octavillas
**Troileto:**
En la brisa suave del atardecer,
las sombras juegan, danzan sin cesar,
susurros del viento me hacen correr,
un eco lejano que no quiere callar.
La luna se asoma, comienza a nacer,
un sueño eterno comienza a brotar.
**Octavilla:**
Los colores del cielo se empiezan a fundir,
pintando el horizonte con tonos de pasión.
Las estrellas se asoman, listas para lucir,
mientras la noche abraza con su canción.
El murmullo del río se siente al latir,
en cada gota, un secreto en su unión.
La magia de la vida se empieza a sentir,
en este rincón donde el alma es razón.
Troileto 2:
Las estrellas brillan, testigos del amor,
cada suspiro trae un aire de paz,
bajo su manto, se enciende el fervor,
un instante eterno que no se va.
El tiempo se frena, se siente el calor,
dos almas unidas, unidas de verdad.
Octavilla 2:
El río murmura secretos de antaño,
entre sus aguas, historias sin fin.
Las hojas susurran, un canto de verano,
y en cada latido, se siente el jazmín.
Los sueños flotan, un mágico engaño,
en la noche clara, brillando en su sin.
Cada paso que doy, me acerca al extraño,
a un destino incierto, un futuro sutil.
Ejemplo de cómo combinarlos:
**Troiletos**: Son estrofas de seis versos con rima ABABAB.
**Octavillas**: Son estrofas de ocho versos con rima consonante, que pueden seguir patrones como ABABABAB.
