Tristeza Latente
En las profundidades de mis versos fluye,
un mar de melancolía y añoranza,
donde las olas de los recuerdos se elevan,
hasta alcanzar la orilla de la esperanza.
Las lágrimas se funden con el agua salada,
y en cada verso, el mar se hace presente,
un océano de emociones agitadas,
donde la tristeza navega inclemente.
Las palabras son como gotas que se deslizan,
por las mejillas de la noche en calma,
y el susurro del viento evoca susurros,
de historias naufragadas en el alma.
El agua en mi pluma se convierte en tinta,
que dibuja paisajes de nostalgia y desvelo,
y las metáforas son barcos que navegan,
en el mar infinito de un amor sin suelo.
En cada verso, el mar se agita y suspira,
como un corazón herido por la distancia,
y las olas rompen en la orilla del tiempo,
dejando huellas en la playa de la añoranza.
En el horizonte, el sol se oculta en el ocaso,
y las lágrimas del cielo se confunden con el mar,
como un reflejo de los anhelos y desencantos,
que se desvanecen en la inmensidad de mi pensar.
En medio del lamento del agua y el mar,
se entrelazan los versos en un canto profundo,
evocando una esencia melancólica y ancestral
donde el alma se sumerge en su propio mundo.
